El Tribunal Federal suizo (TF) anuló la condena a cadena perpetua de Erwin Sperisen, jefe de la policía guatemalteca entre 2004 y 2007, dispuesta por Corte de Ginebra en 2015 por 10 asesinatos, la cual deberá juzgarlo nuevamente por no haberle dado “las garantías suficientes” respecto a la comparecencia “de varios testigos a los que no pudo ser confrontado”, indica una decisión de 106 páginas revelada por la máxima instancia judicial helvética, en respuesta a una apelación del reo.
Cabe recordar que la Corte de Ginebra consideró en su sentencia ahora cuestionada como creíbles las pruebas aportadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), establecida por Naciones Unidas y el gobierno guatemalteco, por más que el Tribunal Federal suizo acaba de estimar que el contenido de esas pruebas y las investigaciones subyacentes no fueron examinadas con precisión en el enjuiciamiento y condena de Sperisen.
Su defensa agrega que el dictamen del Tribunal Federal “le cierra las puertas” a una eventual condena de su cliente, al catalogar que “la apreciación de las pruebas” por parte de la Corte de Ginebra fue “arbitraria”, y subrayar que “los testigos estuvieron contradictorios” durante la vista oral, “términos muy severos que se emplean raramente” en la temática penal, explicó para la presente crónica Florian Baer, uno de los dos abogados del otrora responsable de la Policía Nacional Civil de Guatemala.
La absolución de Javier Figueroa en Austria en 2013, uno de los subordinados de Sperisen, y la de su superior jerárquico, Carlos Roberto Vielmann, en Madrid el 14 de marzo de 2017, parecen haber puesto en crisis la condena de Sperisen en Ginebra, que deberá enfrentar un nuevo juicio a la luz de la legislación europea en materia de derechos humanos, a la que adhiere Suiza pese a no formar parte de la Unión Europea, para reforzar las protecciones legales del futuro segundo proceso.
Sin embargo, la implicación de Sperisen en el asesinato de siete detenidos en la cárcel de Pavón en 2006, no fue desmentida por el Tribunal Federal suizo, que confirmó se trató de una acción planificada, y que las victimas no participaron de un enfrentamiento sino que fueron abatidas desarmadas por un comando constituido por policías y “personas externas”. Ello entronca con las conclusiones del entonces Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Philippe Alston, quien denunció en 2007 operaciones de “limpieza étnica” en Guatemala, alegaciones recogidas por la Corte de Ginebra.
Sobre los tres otros homicidios que también se le atribuyeran a Sperisen en perjuicio de reclusos fugados de la prisión de “El Infiernito” en 2005, deberán ser revisados en el nuevo proceso que se celebrará en Ginebra, cuya fecha se desconoce. Resta además por saber si el ex alto cargo policial guatemalteco, quien detenta asimismo la nacionalidad suiza y por consiguiente no puede ser extraditado a Guatemala, recuperará su libertad en espera de su segundo enjuiciamiento, o continuará en detención preventiva en la prisión de Champ-Dollon, en las afueras de Ginebra.
Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.