Erwin Sperisen. Fotos: TRIAL 2014. El Ministerio Público pidió cadena perpetua para el doble nacional suizo y guatemalteco, Erwin Sperisen, ex Director de la Policía Nacional Civil (PNC) entre 2004 y 2007 en Guatemala, por diez asesinatos presuntamente cometidos en ese país, al promediar la requisitoria pronunciada por el Primer Procurador, Yves Bertossa, ayer viernes ante el Tribunal Criminal de Ginebra.
«Pido se lo declare culpable como coautor y autor directo en el caso del asesinato de Tiniguar (José Abraham) y sea condenado a cadena perpetua… los mataron como perros», dijo Bertossa en sus conclusiones al solicitar la pena, aludiendo a los diez asesinados, siete en la cárcel de Pavón en 2006, entre ellos el de Tiniguar, y otros tres en 2005 de fugitivos de la prisión de El Infiernito.
«Ha sido un crimen de Estado… planificado y ejecutado por el Estado, hay que darle dignidad a las víctimas,… las enviaron al matadero, fueron abatidos mientras pagaban sus deudas con la sociedad,… cuando el Estado se comporta como un criminal es un criminal», recalcó Bertossa, ante una sala repleta de público, dirigiéndose a los siete jueces de tribunal.
«La competencia de este juicio se basa en la nacionalidad suiza de Sperisen y que no hubo pedido de extradición por parte de Guatemala, ¡han asesinado las leyes de Guatemala!», exclamó Bertossa, recordando que la legislación guatemalteca para estos casos es más dura que la suiza, y citó también en su base legal el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI), que sanciona crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. En ese contexto, trajo a colación las investigaciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada por la ONU para asistir a la Justicia guatemalteca.
«Los tres más altos responsables de la seguridad de Guatemala, Vielmann (Carlos, Ministro del Interior, que espera su juicio en España), Sperisen y su segundo al mando en la PNC, Javier Figueroa (absuelto el año pasado en Austria), intervinieron en estos crímenes, al frente de escuadrones de la muerte, que operaban sin distintivos y con pasamontañas, y el Presidente Oscar Berger estuvo presente en Pavón», recapituló Bertossa, recordando las fotos, videos y documentos evocados en las audiencias.
«El jefe decide y los ejecutantes ejecutan, así es en todo el mundo. Vielmann, Sperisen y Figueroa participaron de una estructura paralela (al Estado) de comandos, reclutaron a los hermanos Benitez (José Luis y Henry Danilo, posteriormente asesinados), que se sumaron a los grupos de Rivera (Víctor, también luego asesinado) y Soto (Víctor)», enumeró Bertossa, quién informó la confirmación de la condena de Soto ayer en Guatemala.
«Estos hechos han sido originados en la política de la «mano dura», heredada de la época del conflicto armado en Guatemala que causó 200 mil muertos, la «limpieza social» que consiste en eliminar a los que molestan, los inútiles, todos fueron ejecutados, no hubo resistencia», resumió Bertossa al referirse a las pruebas aportadas por los testigos que declararon durante la instrucción, y en la vista oral.
«No hay indicios que hubo enfrentamientos, todos los investigadores dijeron que fueron ejecutados a quemarropa. Es una demostración de la voluntad criminal. Los desnudaron, les tiraron a no más de 60 centímetros, después los vistieron, les pusieron granadas en las manos y disimularon las escenas de los crímenes», resumió el Procurador.
«Las balas fueron disparadas de frente, en la cárcel de Pavón hubo 3000 integrantes de las fuerzas del orden contra 7 recalcitrantes, no hubo heridos, la tesis del enfrentamiento no se sostiene, nunca va a haber tantos elementos como ahora, no fueron comandos incontrolables, no se puede permitir que los jefes escapen a sus responsabilidades», concluyó Bertossa.
Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.
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> Para dar seguimiento al juicio día por día, consultar: https://www.ridh.org/Cobertura_Sperisen/.
