ESMA. Foto: argentina.gob.ar Estimados compatriotas, amigos, y compañeros de cautiverio, en el noveno aniversario del MUSEO SITIO DE MEMORIA ESMA
Desde Ginebra, Suiza, donde me refugié, tiempo después de ser liberado del centro clandestino de detención que funcionara en la ESMA, cumplo con el pedido que me han hecho en nombre de las autoridades del MUSEO, de hacerles llegar mi mensaje, siendo para mi no otro que el de MEMORIA,VERDAD, JUSTICIA, esperando que sirva para seguir sembrando y defendiendo, entre todos, garantías de no repetición, del sufrimiento y muerte que padecimos los secuestrados y asesinados en la ESMA. Estuve allí detenido entre enero de 1977 y julio de 1978. He testimoniado sobre mi caso ante las autoridades de la Argentina, Francia, España y Suecia. Mis declaraciones ante las instancias penales en Buenos ires, fueron filmadas bajo control judicial y son de consulta pública. Creo en el poder de los testimonios de las víctimas de violaciones masivas, graves y sistemáticas de los derechos humanos, como las que me tocó vivir, tanto en lo personal y familiar, como también respecto a otros casos de varias personas, de las que tuve constancia por compartir cautiverio, y así lo he declarado también en tribunales, pruebas asimismo difundidas a través de mi trabajo periodístico. Testimoniar ha sido y seguirá siendo mi contribución para que NUNCA MAS sucedan estos crímenes de lesa humanidad en nuestro país. Agradesco a todos los que contribuyen diariamente con su trabajo y compromiso personal en el MUSEO, para que el mundo sepa y no olvide lo que ocurrió en la ESMA, donde militares torturaron, violaron, e hicieron desaparecer, según los cálculos establecidos por las investigaciones judiciales, a unas 5000 personas, incluyendo argentinos y extranjeros.
Fraternalmente, Juan Gasparini.
