Suiza admite haber recibido un pedido de extradición del financista italoargentino Néstor Marcelo Ramos por presunto lavado de dinero, pero quiere “complementos”, para entregarlo a la Argentina, indicó Ingrid Ryser, portavoz de la Oficina Federal de Justicia (OFJ) en Berna.
“Suiza efectivamente recibió una demanda de extradición en ese caso. Actualmente es a la Argentina de aportar complementos”, dijo sin entrar en detalles Ryser, al referirse a Ramos, presunto testaferro del empresario argentino Lázaro Báez, próximo a los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015). Ramos es requerido en extradición desde hace un año por el juez de Buenos Aires, Sebastián Casanello.
Argentina le reprocha a Ramos de haber utilizado a la financiera suiza Helvetic Services Group, radicada en el Cantón suizo del Ticino y dirigida por él, para blanquear 32.800.000 dólares, sacados ilegalmente por Lázaro Báez de Argentina en 2011. La firma prestó “el auxilio necesario para mantener oculto el verdadero dueño del dinero y, de ese modo, cortar todo lazo con los hechos que originaron los fondos”, afirmó el juez Casanello en su petición de extradición.
Esos 32.800.000 dólares, provenientes del fraude fiscal y de sobreprecios en la obra pública, habrían sido depositados en varios bancos suizos, para luego ser invertidos en la compra de bonos de la deuda externa argentina, posteriormente liquidados en Buenos Aires mediante cheques acreditados en una cuenta bancaria de una empresa de Báez, entre diciembre de 2012 y abril de 2013, transacciones llevadas a cabo gracias a Ramos y a Helvetic Services Group.
En junio de 2014, la fiscalía suiza informó a Argentina que detectó “22 millones de dólares procedentes de sociedades panameñas emparentadas a la familia Báez”, pero en diciembre de ese mismo año archivó las diligencias penales, porque “no se pudo determinar su origen ilícito”, y por una supuesta “falta de mérito” (sobreseimiento) dictada en el sumario argentino, que a la luz de la petición de extradición que ahora se destapa queda desmentida.
A causa de estos hechos, Báez se encuentra detenido en Buenos Aires desde abril de 2016, y Ramos fue considerado ya en 2013 por el fiscal argentino, José María Campagnoli, como el “enigmático testaferro” de Lázaro Báez en Suiza. Por entonces Ramos replicó en la prensa local que no conocía a Báez, que la “operación” de los 32.800.000 dólares “es como las otras, efectuada en pleno respeto de la ley”, y que las acusaciones en su contra eran “infundadas”.
Sin embargo, el juez Casanello insistió ante Suiza mediante una comisión rogatoria del 12 de agosto de 2016. Poco más tarde, el Ministerio Público de la Confederación Suiza (MPC, fiscalía federal), entró en materia; y el 16 de enero de 2017, se resolvió el envío a la Argentina de documentos bancarios, sobre unas decenas de cuentas solicitadas por el magistrado argentino, documentos que llegaron a Buenos Aires hacia marzo de 2017.
Se trata de siete cuentas en el banco Safra-Sarasin de Ginebra, pertenecientes a las sociedades instrumentales creadas en paraísos fiscales Fundación Kinsky, Tyndall Limited Inc, Fromental Corp, Wodson International, Marketing and Logistic Management SA y SGI Argentina, además de otra perteneciente a Helvetic Services Group, la financiera suiza “gerenciada” por el citado Néstor Marcelo Ramos.
Suiza también transmitió a la Argentina otras cuentas existentes en el Banco Lombard Odier, de Ginebra, y en el banco PKB de Lugano, entre ellas una de Teegan Inc, sociedad de fantasía “constituida en Belice y radicada en Panamá”, atribuida a Martin Baez, hijo de Lázaro Báez, quien apeló en Suiza contra la notificación de la cuenta a la Argentina, recurso que fue rechazado por el Tribunal Penal Federal (casación), el 17 de agosto de 2017.
Con anterioridad además apeló la sociedad “Solvex” SA, representada por Numo Iván Wertheim, con domicilio en la ciudad de Buenos Aires, en el estudio de la Dra. Lelis Andrea Mouriño, pero el recurso también fue rechazado por la casación helvética el 16 de mayo de 2017.
Los bancos Lombard Odier, J. Safra Sarasin y PKB, que se vienen de consignar, se encuentran paralelamente implicados en los escándalos Petrobras y Odebrecht, que sacuden el Brasil, por los cuales Suiza tienen bloqueadas unas 1000 cuentas con 800 millones de dólares, que abarcan unas 60 causas penales.
Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.