Sperisen vuelve a ser condenado en Ginebra a cadena perpetua en el juicio de apelación Erwin Sperisen. Fotos: TRIAL 2014.

Sperisen vuelve a ser condenado en Ginebra a cadena perpetua en el juicio de apelación

La Cámara Penal de Apelación y de Revisión de la Corte de Justicia de Ginebra, confirmó hoy martes en Ginebra la condena a cadena perpetua contra del doble nacional suizo guatemalteco, Erwin Sperisen, director de la policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala entre 2004 y 2007, pero por diez asesinatos, en lugar de los siete sancionados en primera instancia en junio de 2014.

“Tomo parte activamente, participó, planificó, y permitió que la escena de los crímenes fueran maquilladas… en los momentos claves estuvo en el lugar”, sostuvo la presidenta del tribunal, Alexandra Cambi Fabre-Bulle, al frente de tres jueces titulares y cinco suplentes, en el juicio de apelación en segunda instancia concluido este martes.

Todos los jueces y el fiscal, vestidos de civil, iban de negro, inclusive Sperisen, de traje al tono, solo la presidenta llevaba un pañuelo al cuello de vivos colores, en los cuales destacaba el rojo. Los abogados de la defensa y de la querella, tres hombres y una mujer, se arropaban con las togas de rigor.

“Era el jefe y podía dar órdenes… actuó con una determinación considerable”, abrevió la presidenta sobre el jefe de la PNC durante los sangrientos acontecimientos, quien se mantuvo en silencio, imperturbable, asistido por una interprete que le traducía al oído del francés al español, un hombre alto, corpulento, de pelo y barba de tintes rojizas, con lentes.

“No murieron por enfrentamientos, sino que fueron ejecutados”, afirmó la presidenta sobre las diez víctimas, volteando la tesis de la defensa de Sperisen.

Fabre-Bulle recogió entonces las conclusiones del Relator Especial de Naciones Unidas contra las ejecuciones extrajudiciales, Philppe Alston, quien en 2007 presentó un informe sobre una visita a Guatemala en 2006, donde denunció en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, la existencia de operaciones de “limpieza social” en Guatemala, quien añadió que las investigaciones del Estado no eran “serias”.

“Las pruebas aportadas por la CICIG son creíbles”, agregó Fabre-Bulle, al referirse a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, constituida de común acuerdo por Naciones Unidas y el gobierno de Guatemala en 2007, cuyo mandato viene de ser renovado por dos años más, organismo que brindó apoyo al Ministerio Público de Ginebra en sus investigaciones sobre Sperisen.

“No hubo manipulación de pruebas por parte de la CICIG, ni de TRIAL”, (la ONG “Track Impunity Always”), se extendió la presidenta a dicha ONG, la que presentó evidencias en el procedimiento penal en Ginebra.

El tribunal desestimó al respecto las pretensiones de la defensa, de una supuesta teoría de un complot contra Sperisen, en la que habrían intervenido la CICIG y TRIAL.

De los siete asesinatos perpetrados en la cárcel de Pavón en septiembre de 2006, de los cuales 6 habían sido admitidos contra Sperisen como autor indirecto, más uno como autor directo, la Corte corrigió le decisión de primera instancia y sentenció que se le imputan los 7 como autor indirecto.

En cuanto a los tres evadidos de la prisión de “El Infiernito” en 2005, luego recapturados por la PNC, después asesinados, la Corte estimó que fueron ejecuciones extrajudiciales, en las que Sperisen delegó la jefatura en Víctor Soto, jefe de investigaciones de la PNC, el cual ahora purga una pena de 33 años de cárcel en Guatemala por esos crímenes. Y consideró probada la responsabilidad de Sperisen en los mismos.

La audiencia duró menos de 40 minutos. Sperisen, quien siempre ha negado su culpabilidad, puede aún recurrir al Tribunal Federal suizo, máxima instancia judicial del país, que solo podría pronunciarse por escrito, y si hubo una apreciación arbitraria de los hechos y si no se respetaron derechos.

Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.