Su ambición de reincidir en los sumarios del pasado reciente de la ex Yugoslavia, la experiencia que acaba de cumplir en tanto embajadora de Suiza en Argentina, y la lucha contra el blanqueo de dinero, que la propulsara a la fama, ocupan la agenda de la celebre fiscal helvética. Tras su parentesis diplomático de tres años en Argentina, Carla del Ponte, no quiere retirarse de la escena planetaria y se ofrece para finalizar el capítulo inconcluso de sus investigaciones como Procuradora del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY): el comercio de organos de víctimas serbias presuntamente cometido en los años 90 por los rebeldes del Ejercito de Liberación del Kosovo. Su lider, Hashim Thaci, actualmente primer ministro del Estado autoproclamado del Kosovo en 2008, fue acusado en enero pasado por Dick Marty, Relator para los Derechos Humanos en el Consejo de Europa, de haber comandado una red mafiosa, el Grupo de Drenica, que asesinó prisioneros serbios y vendió luego sus organos utilizando granjas y casas vacias de Kosovo y Albania durante el conflicto en los Balcanes.
P. ¿En que condiciones aceptaría un mandato para retomar las inacabadas diligencias penales sobre los crímenes en el Kosovo?
R. Di mi disponibilidad porque empecé esa investigación y no pude terminarla (cuando fuera Procuradora General del TPIY de 1999 a 2007). Con el informe de Dick Marty se ha confirmado que teniamos razón en hacer esas investigaciones. Entonces me dije que ahora que estoy jubilada desde hace unas semanas yo podría hacerlo porque tengo energias. ¿Como?. Estimo que me debería mandatar una institución que pueda, por sobre todo, proteger a los testigos. El programa de protección de testigos es indispensable y debe ser muy estricto. En eso tengo mucha experiencia. Ademas necesito jurisdicción, es decir poder investigar en otros países porque me acuerdo que teniamos indicios concretos de una fosa comun en Albania y no pudimos entrar en Albania en aquella época. ¿Quien puede dar esos poderes? O bien el Consejo de Seguridad de la ONU o la Unión Europea, en realidad los dos. Estan discutiendo y todavía no han decidido. Mantengo mi candidatura…
P. La Unión Europea no puede obligar a Albania y al Kosovo dejarla entrar …
R. Por eso lo mejor sería el Consejo de Seguridad …
P. Ud. viene de representar a Suiza en Argentina, donde se desarrollan los juicios contra ex miembros de las Fuerzas Armadas imputados de crímenes de lesa humanidad, un tema en el que Ud. ayudó al juez español, Baltasar Garzón, identificando cuentas bancarias de militares implicados en la represión cuando era Procuradora General de la Confederación Helvética (1994-1999) y las leyes de Punto Final y Obediencia Debida impedian enjuiciar a esas personas. ¿Que impresión trae de la Argentina?
R. Estuve como embajadora y tenía prohibido ocuparme de lo vinculado a mis anteriores actividades. Fui prudente. Mantuve contacto con el jefe del departamento gubernamental de Derechos Humanos, y seguí los procesos por la prensa. Mi sentimiento es que la Argentina está haciendo esos procesos. Van lentos pero se hacen. No creo que haya obstaculos políticos o de otro tipo. El actual gobierno quiere que esa etapa de la vida de la Argentina sea una página que se pueda dar vuelta. Pero solo se podrá pasar página si se hacen los procesos. Eso tiene un gran apoyo del gobierno actual. Soy bastante positiva.
P. ¿La Argentina de hoy satisface sus aspiraciones, nutridas de su colaboración con el juez Garzón en los años 90, donde no se podía juzgar a la pasada dictadura?
R. Si. Se lo ve. Cambió. Desde el gobierno del Sr. Néstor Kirchner. Y eso continua, estoy segura, es un país que avanzó mucho en el respeto de los derechos humanos. Los procesos de crímenes de lesa humanidad de antaño estan ante la justicia.
P. Ud. ha sido señalada por algunos medios de prensa que, antes de abandonar la embajada en Buenos Aires semanas atras, intervino como instigadora o participe encubierta en el envio de Suiza a la Argentina de un exhorto, sobre un expediente penal por blanqueo de dinero en relación a una cuenta bancaria en Ginebra perteneciente a personas vinculadas al jefe del sindicalismo argentino, Hugo Moyano, Secretario General de la Confederación General de Trabajo (CGT). ¿Qué hay de cierto?
R. No tengo nada que ver. La fantasía de la prensa argentina es increible. Me fui de Argentina a fin de febrero, principios de marzo … esa comisión rogatoria llegó a fin de enero. La prensa pensó que fui yo, pero no… Yo no conocía la comisión rogatoria, ella pasa por el canal usual, la vi ciertamente pero no me dijo nada…
P. Se ha publicado que Ud. organizó esa trama en complicidad con la actual Procuradora General de Suiza, Antonella Bino…
R. No conozco a Antonella Bino y escriben en la prensa argentina que ella trabajó conmigo. No es cierto. No conocía que había una investigación penal, ni que fue abierto un procedimiento. No hice nada y no hablé con nadie.
P. ¿Fue el banco el que denunció esa cuenta, por la obligación que tienen los bancos en Suiza de denunciar las cuentas sospechosas desde 1998, al promulgarse aqui la Ley antiblanqueo?
R. Si. Ese sistema se conocé también en Argentina, que tiene la misma institución que en Suiza. Es una institución de vigilancia de flujos financieros que cuando hay dudas en operaciones financieras tienen la obligación de denunciar. En Argentina existe eso también no solamente en Suiza. Pero, naturalmente, la Argentina está en campaña política porque en octubre habrá la elección de un nuevo presidente y ahora todo es político…
P. A raiz de este escándalo hay gente que piensa que Suiza no tiene autoridad moral para investigar una cuenta de extranjeros porque Ustedes siguen protegiendo el dinero sucio de los dictadores…
R. De una vez por todas hay que reconocer a Suiza que tiene un instrumento legal contra el blanqueo de dinero que es uno de los mejores del mundo. Hay que terminar de atacar a Suiza y a los bancos suizos. No es así. La legislación es muy buena. En 1989 fuimos una de las primeras naciones que tomamos la iniciativa. Teniamos el problema del blanqueo del dinero de la droga, la «Pizza conexion». Ahora Suiza puede bloquear el dinero de los dictadores antes que que exista un procedimiento penal y eso es verdaderamente fantástico y hablo como ex Procuradora de Suiza.
P. ¿Vuestro arsenal legal para esa lucha es completo?
R. Estimo que tenemos todos los instrumentos necesarios. Hay que aplicarlos porque a veces se tiene la ley y no se la aplica. La Convención del Genocidio es del 48 y se la aplicó en 1992 o 1993 en Ruanda… No digo que dentro de unos años no haya que mejorar pero estamos bien equipados desde el punto de vista de la legislación en Suiza.
P. ¿Cooperan los bancos con la justicia?, ¿los cuales en 2001 denunciaron las cuentas del ex presidente argentino Carlos Menem y de su secretario privado, Ramón Hernández, y ahora la de Ricardo Rubén Depresbiteris, y de su mujer, Elvira Marcela Mete, los supuestos testaferros del alto dirigente sindical Moyano ? Hay casi 900 denuncias por año, ¿no? …
R. Los bancos cooperan porque no necesitan del dinero sucio. Tienen suficiente del buen dinero. No tienen ninguna razón de oscurecer su reputación con el dinero sucio, no tienen necesidad.
Juan Gasparini.
«No hay peor fiera sanguinaria que el ser humano», Mario Vargas Llosa, El sueño del celta.