Resumen de noticias suizas de Néstor Marcelo Ramos, presunto testaferro de Lázaro Báez Néstor Marcelo Ramos

Resumen de noticias suizas de Néstor Marcelo Ramos, presunto testaferro de Lázaro Báez

Lázaro Báez será probablemente condenado en el juicio oral que utilizará las pruebas obtenidas en Suiza, pero su presunto operador en la Confederación Helvética, Néstor Marcelo Ramos, sale hasta ahora indemne de las acusaciones de autoría o complicidad en actos de corrupción que le reprocha la justicia federal argentina. Buenos Aires pide su extradición, Berna no la concede; y la “alta” credibilidad financiera y normalidad judicial, que difunde la suerte de perfil en francés que va al pie, de circulación entre bancos, abogados, fiduciarias y consultantes de la plaza de Ginebra, reflejan que, al parecer, nada lo conmueve. Sin embargo, vale la pena recordar.

A mediados de junio de 2016, tras el viaje a Berna del juez argentino Sebastián Casanello, pareció que se ponía en marcha un mecanismo de ayuda eficaz para con la Argentina, en el único caso que disponía de repercusión internacional, el de Lázaro Báez, empresario relacionado con los Kirchner, cuyos próximos colaboradores disponían de cuentas bancarias en Ginebra y el Ticino.

Tres años antes, a inicios de 2013, el MPC (Ministerio Público de la Confederación, fiscalía federal) había abierto un procedimiento por blanqueo de dinero, y bloqueó alrededor de una decena de cuentas, alertado por los bancos, puestos en evidencia por la prensa. Casanello envió una comisión rogatoria solicitando ayuda en julio del 2013, a consecuencia de las revelaciones del periodista Jorge Lanata en la televisión, y ese mismo mes Suiza le pidió por carta el complemento faltante del delito previó al lavado de dinero, y lo reiteró en castellano por comisión rogatoria del 5 de mayo de 2014. La respuesta del juez argentino se hacía esperar, hipotéticamente tal vez porque no tenía concluidas sus averiguaciones sobre el delito previo al lavado de dinero.

Casi sin transición, el jefe del MPC, Michel Lauber, dijo en la conferencia de prensa en Ginebra del 8 de septiembre de 2014, que no correspondía proceder a la transmisión espontánea de medios de prueba e información a la Argentina, que faculta el artículo 67a72, de la Ley Federal sobre la Cooperación Internacional en Materia Penal, como se utilizara, entre otros, en la asistencia a Brasil, Grecia y Alemania, y que podía paliar la situación en el procedimiento argentino para que no se cortara el hilo de la cooperación con Buenos Aires. Lauber archivó el sumario dos meses más tarde.

Lo hizo brutalmente el 11/12/2014, esgrimiendo dos razones: que la Argentina no había suministrado la prueba del delito previo al lavado de dinero, lo cual era cierto, y que en Argentina se había producido un sobreseimiento en la causa penal que llevaba Casanello sobre Báez, lo que era falso. Por entonces trascendió que Lauber separó a la funcionaria que llevó el expediente, Angele Wellahuer, ampliando el enigma sobre sus decisiones respecto a la Argentina.

Con estos antecedentes, a principios de junio de 2016, como se ha dicho, Casanello tomó la iniciativa y tuvo una reunión en Berna con la OFJ (Oficina Federal de Justicia, gobierno), que después de recibir del juez semanas más tarde el delito previo al lavado de dinero (fraude fiscal y sobreprecios en la obra pública, ademas de la identificación de la decena de cuentas involucradas, sopladas previamente por el MROS suizo a la UIF argentina, que a su turno las presentó en la causa porteña), dio orden al MPC de cooperar.

No obstante, la fiscalía no investigó nada nuevo, mandó las cuentas recolectadas por Wellahuer en 2013 y nada más. Ni se les ocurrió abrir un sumario suizo contra los bancos locales por complicidad en delinquir, en conexión con los blanqueadores de dinero procedente de Argentina, un tema que podría resurgir en Suiza pues el Procurador Lauber ha manifestado recientemente su interés de investigar a los bancos que siguen blanqueando pese a la extinción del secreto bancario para encubrir infracciones.

En el ínterín Casanello pidió a Suiza la extradición de Néstor Marcelo Ramos, nacido en Argentina el 5/7/1963, doble nacional argentino e italiano, residente en el Ticino desde el 2005, conjeturalmente el testaferro en Suiza de Lázaro Baez, quizá el organizador del mecanismo de lavado de dinero descubierto en 2013 por Wellahuer, por donde, según Casanello, habrían transitado 60 millones de dólares.

Con fines de extradición, el magistrado argentino mandó hasta hoy, en vano, varios exhortos para solventar la demanda contra Ramos, entre ellos, los del 20/9/2016, 14/12/2016 y 3/7/2017. El MPC responde a la requisitoria periodística indicando que falta información de Argentina. Casanello replica que ya envió todo. La sociedad del Ticino empleada por Ramos para centralizar sus actividades, Helvetic Services Group (HSG), ha cerrado sus puertas. Inevitable: quien acaparaba la clientela debía haber potencialmente sido Báez y sus off-shore. El domicilio de HSG es ahora una fiduciaria: Clarifida SA, en la Via Giacomo Luvini 7, 6900 Lugano. Ramos, se ha eclipsado de la actividad financiera. Los bancos suizos, en sus archivos de datos para compartir información en el mercado y prevenir de clientes indeseables, lo caracterizan de PPE (Personas Políticamente Expuesta).

El Procurador Lauber ha iniciado un proceso penal contra el banco PKB del Ticino, por su intervención en el escándalo Petrobras de Brasil, el mismo banco que utilizara el clan Báez. Aún más: el funcionario del PKB que se ocupaba de Petrobras, también se ocupaba de Báez: Heitor Duarte. Entre tanto, los 5 agentes argentinos del banco de Ginebra, Lombard Odier, que obraron sigilosamente en Buenos Aires para sacar fondos de Lázaro Báez de la Argentina hacia Suiza, fueron indagados por Casanello en diciembre de 2017. Se trata de Jorge Ruiz, Mariano Rubinowicz, José Alex Ariel Fallas, José Sebastian Jabbaz y Martin Eraso. Es de esperar que sean procesados, vayan a juicio oral y los condenen.

Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.

 


 

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