Ucrania finaliza los preparativos de su ofensiva contra la ocupación rusa Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica. Foto: SIPHIWE SIBEKO (REUTERS)

Ucrania finaliza los preparativos de su ofensiva contra la ocupación rusa

La gira del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, por países europeos, ante los 22 Estados de la Liga Arabe reunidos en Arabia Saudita, y su visita al G7 de Hiroshima (EEUU, Reino Unido, Italia, Francia, Canada Japón, Alemania y la UE), le permitieron evocar, y pedir apoyo logístico, para el ataque que desaloje pronto a las fuerzas invasoras rusas de Ucrania. Las tentativas de mediación china y africana, por una solución negociada del conflicto, no consiguen resultados.

La necesaria solidificación del suelo por el cercano verano europeo, reuniría las condiciones climáticas para una acción militar de infantería, apoyada por artillería. Pero la operación terrestre, que no podría ir mas allá del otoño, hacia fin de año, por la vuelta del frio y las lluvias, privan a Ucrania de contar en lo inmediato con fuerza aérea y pilotos propios. Su formación y sostén tecnológico, necesitan más tiempo para manejar los F-16 norteamericanos, que acaban de conseguir les cedan países amigos que los habían comprado a Washington. El Presidente Joe Biden recién autorizó los traspasos desde Hiroshima.

Pese haber perdido unos 100.000 efectivos en lo que va de la guerra, mayoritariamente heridos que no podrán volver al combate, Ucrania dispondría de 90.000 nuevos soldados, tropas frescas desplegadas en 9 brigadas de 3 a 5 mil hombres cada una, identificadas con nombres simbólicos. No se sabe donde están apostadas, ni en que puntos van a intentar fracturar los 1.000 km de frontera entre el 18% de las zonas de Ucrania ocupadas por Rusia (Donesk, Luhansk, Jerson, Zaporiyia y Crimea), y el resto del país. Los drones ucranianos intentaran destruir los aviones rusos antes de despegar, y guiar con filmaciones a la fuerza propia en tierra.

El dispositivo montado por Rusia para rechazar la incursión ucraniana reúne 370.000 militares, 150.000 al sur (Jerson y Zapoririyia) y 220.000 al norte (Donesk y Luhansk). Se despliegan en 6 líneas paralelas, presuntamente equipadas cada una con armamento diferente, preparadas para rechazar al enemigo una vez que eventualmente haya franqueado los canales cavados con grúas, reforzadas mediante obstáculos metálicos. Rusia ha perdido hasta hoy unos 100.000 hombres: 80.000 heridos y 20.000 muertos. Moscú anunció que 2 de sus comandantes fueron abatidos en la lucha dentro de Ucrania ocupada: Vyaches Makarov y Yevgeny Brovko.

Li Hui, ex-embajador chino en Rusia, recorrió entre tanto las capitales de Polonia, Francia, Alemania, Ucrania y Rusia, para recabar información de cara a una eventual mediación en el conflicto ente Moscú y Kiev. Li Hui escuchó del ministro de exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, que no aceptaría ningún plan de paz que supusiera perdida de territorio, o congelación del conflicto, susceptible de cesar las hostilidades hasta que se llegue a un acuerdo de paz.

Al mismo tiempo el líder chino, Xi Jinping, se reunió en la ciudad de Xian, antigua capital del imperio chino, con los presidentes de países de Asia Central, ex-Repúblicas de la fenecida URSS: Kazajistan, Uzbekistan, Tayikistan, Kirguistán y Turkmenistan. El cónclave abordó el tema de la llamada «Nueva Ruta de la Seda» que Pekín promueve para desarrollar su comercio exterior a nivel planetario, proyecto actualmente entorpecido por la invasión de Vladimir Putin en Ucrania.

A su vez, el Consejo de Europa, de 46 Estados miembros, referente regional en Derechos Humanos, del cual Rusia fue expulsada tras su invasión a Ucrania, resolvió crear un «Registro de Daños» ocasionados por dicha agresión. Allí se podrían registrar los pedidos de indemnización por las pérdidas sufridas tanto de particulares como del Estado de Ucrania, integrándolos en un mecanismo internacional de resarcimiento, incluyendo la apertura de una oficina en Kiev. El Banco Mundial estima en 380 mil millones de euros el costo de la reconstrucción de Ucrania. Las reparaciones se podrían eventualmente pagar con fondos rusos bloqueados en bancos europeos.

Por otra parte, Rusia lanzó pedidos de captura contra el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, y contra los 3 jueces de su jurisdicción que investigan a Vladimir Putin y a su «comisaria presidencial para los Derechos de la Infancia en Rusia», Maria Alekseyevna, imputados de «crímenes de guerra» por la CPI. Ello responde a la «deportación ilegal de población» (al menos 19.000 niños), y su «trasladó ilegal de las zonas ocupadas de Ucrania» a Rusia. Moscú no reveló el supuesto delito de acusación contra los 4 magistrados de La Haya.

La CPI catalogó el denuesto ruso como «medidas coercitivas injustificadas» e «inaceptables». Advirtió que «no se dejará intimidar en el cumplimiento de su mandato legítimo de garantizar la rendición de cuentas por los crímenes más graves que preocupan a la comunidad internacional en su conjunto». Instó a a sus 123 Estados Parte, a «intensificar sus esfuerzos para proteger a la Corte, sus funcionarios y personal, y … seguir cumpliendo » su labor «independiente». Los 3 magistrados que han enjuiciado a Rusia son: Rosario Salvatore Aitala (Italia, Presidente), Tomoko Akane (Japón) y Sergio Gerardo Ugalde Gordínez (Costa Rica).

A todo esto se suma la iniciativa africana, sostenida por Egipto, Senegal, Zambia, Ouganda, Congo-Brazaville y Africa del Sur. Brega para obtener el concurso de Vladimir Putin, a través de conversaciones iniciadas en Moscú, piloteadas por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa. El continente africano sufre de manera indirecta el impacto negativo del conflicto por la dependencia de los cereales ucranianos, a la merced de represalias del Kremlin, reticente a su exportación por vía marítima desde puertos en la zona de guerra. Ramaphosa busca un acuerdo con Putin para que no fracase la cumbre «Rusia-Africa» de San Petersburgo, en julio venidero.

El G7 de Hiroshima tuvo como invitados oficiales a Australia, Brasil, Comores, Corea del Sur, India, Indonesia, Islas Cook y Vietnam, y la audiencia inesperada al mandatario ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien reitero el plan de paz para su país, con el retiro de las tropas de Putin, la recuperación de la integridad territorial de su país, y la celebración de una «cumbre para la paz» en julio próximo.

Trascendió que el Presidente de la India, Narendra Modi, aseguró a Zelensky «comprender el sufrimiento del pueblo ucraniano», y que haría «todo lo posible» para que se alcanzara un acuerdo que «arreglara el conflicto». En cambio, no se logró concertar un encuentro a solas entre el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, alias «Lula», con Zelensky, por hipotéticos y recíprocos problemas de agenda. Por cierto, Joe Biden anunció una nueva ayuda financiera a Ucrania de 375 millones de dólares, y una asistencia suplementaria en armas y municiones.

Desde Ginebra, Juan Gasparini.


 

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