El candidato presidencial Donald Trump impulsa el bloqueo en el Congreso de la ayuda militar bipartidista a Ucrania, cuestionando a su vez la unidad interna entre los miembros de la OTAN. Al tiempo, sus diversas causas penales terminarán en la Corte Suprema, de mayoría republicana, la cual no sería favorable a resolver en su contra y caso por caso, cuando las urnas se encargarían de hacerlo el próximo 5 de noviembre. Hipótesis operacional de una venganza. (1)
El bloqueo parlamentario de 60.000 millones de dólares de Washington, en gran parte destinado a Kiev, y la tardanza de la asistencia europea en artillería, obuses y sistemas de protección aérea, han llevado al jefe del ejercito ucraniano, Oleksandr Syrsky, anunciar el paso a la defensiva, 3 meses después del fracaso de la contraofensiva lanzada en junio de 2023. Así lo demuestran la caída de Avdiivka, y el inicio de una ofensiva rusa en los «oblast» de Kharkiv, Louhansk, Robotyne y Zaporija.
El cielo de los campos de batalla se ha hecho transparente por la vigilancia de los drones de observación, impidiendo la concentración de tropas. Cada soldado de Kiev debe enfrentar a 7 rusos. La formación en curso de pilotos ucranianos en países occidentales, posibilitarían utilizar aviones F-16, ofrecidos por Bélgica, Dinamarca, Noruega y Holanda, cuya disponibilidad no tiene fecha. Serían aparatos en vías de ser reemplazados pero aún en condiciones de uso.
Donald Trump ha enardecido el proceso de crecimiento que protagoniza la OTAN, cuyos resultados son puestos en duda. Anticipó que de ser Presidente, no protegería a países de la citada alianza que no hayan cumplido con la promesa de alcanzar en 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) destinado a gastos militares. Solo 11 de los 32 miembros lo han conseguido. La amenaza de Trump fragilisa el cumplimiento automático del artículo 5 de la OTAN, de apoyo mutuo, si un miembro es atacado, desencadenando la solidaridad inmediata del resto.
«Alentaré (a los rusos) «a que hagan lo que mejor les parezca … He dicho: Si Ud. no pagó es un mal deudor. Yo no los protegeré», afirmó Trump. El lenguaje «sugeriría que dejará a Rusia atacar a cualquier miembro de la OTAN que no haya contribuido suficientemente al presupuesto de la Alianza». La Casa Blanca replicó que «alentar la invasión de nuestros más próximos aliados por regímenes homicidas es escandaloso y delirante… complaciente con Vladimir Putin». (2)
No obstante, las consecuencias de la conducta de Donald Trump, que los sondeos dan ganador en las elecciones presidenciales venideras, serian trágicas en la crisis interna que golpea la sociedad estadounidense. Profundizarían «las divisiones entre los norteamericanos, acelerando peligrosamente la polarización del país, rebajando el nivel del debate público con sus mentiras e insultos», abrevió el abogado estadounidense Reed Brody, especializado en derechos humanos, ex-funcionario judicial en Nueva York, con experiencia en el sistema de derechos humanos de la ONU en Ginebra. (3)
«Después de haber perdido la última elección presidencial, intentó por todos los medios de impedir el traspaso pacifico del poder, hasta la insurrección de su partidarios en el Capitolio, el 6 de enero de 2021, dispuesto a destruir todo para mantenerse» en la Presidencia, recordó Reed Brody. Instó a no olvidarse de su idea que «le consiguieran 12.000 votos en Georgia», para tergiversar el resultado electoral, proyecto que fracasó al no ser validado por el vicepresidente Mike Pence. Nadie duda que amnistiará a los insurgentes (del Capitolio) y que abusará de sus funciones para bloquear las causas penales en su contra».
La voluntad de revancha de Trump contaría con el sostén de la Heritage Foundation, que ya le habría preparado una lista de colaboradores fieles para reemplazar masivamente a los funcionarios gubernamentales de carrera, un plan «extremista» y una «ofensiva generalizada contra las instituciones democráticas que habrían obstaculizado», su mandato precedente, anticipó Brody. A modo de ejemplo citó el control que prepararía Trump de los 93 fiscales de Estados Unidos, volteando así una norma ética creada tras el escándalo del Watergate.
«Voy a nombrar un verdadero procurador especial para que se ocupe del actual Presidente, y de toda la mafia Biden», anticipó Trump. Piensa lanzar «investigaciones contra sus adversarios. Un método del Tercer Mundo» de encarcelar opositores. Significaría que «lo puedo hacer yo también». Programaría utilizar al Ejército a fines de represión interna, «invocando una ley sobre la insurrección de 1972 para transformarlo en una fuerza de policía personal para reprimir a los que pudieran protestar sobre su idea de lucha contra la criminalidad» y crearía «campos de detención para los inmigrantes sin papeles».
Desde Ginebra, Juan Gasparini.
(1) Las causas penales pendientes que está enfrentando Donald Trump, serian por los delitos de «tentativa de subversión de la democracia, puesta en peligro de secretos vinculados a la seguridad nacional, falsificación de documentos sobre pagos a una actriz pornográfica», y «documentos oficiales secretos llevados ilegalmente a su residencia privada de Mar a Lago», cuando fuera Presidente de Estados Unidos. «Le Monde», Francia, 15 y 20 de febrero de de 2024.
(2) (3) «Le Monde», Paris, 13 de febrero de 2024.