Entre las recomendaciones anunciadas para El Salvador por el Comité contra la Discriminación Racial de la ONU, se destaca la de desactivar las medidas discriminatorias contra trabajadores migrantes, en clara alusión a migrantes en tránsito a los Estados Unidos o migrantes de países vecinos que se han instalado en El Salvador, indica un documento difundido hoy en Ginebra.
Al respecto, la resolución refleja primero la preocupación «por la ausencia de información acerca de acciones judiciales adoptadas para combatir la discriminación de trabajadores migrantes en relación con la aplicación de algunas ordenanzas municipales». En segundo lugar critica «el trato discriminatorio del que son objeto» estos trabajadores, «en particular los que se encuentran en una situación de aparente irregularidad». Luego el Comité recomienda a El Salvador, que «vele para que todas las autoridades e instituciones públicas, nacionales y locales, actúen de conformidad con la obligación de no discriminar y adopten políticas públicas encaminadas a eliminar la discriminación racial».
Integrado por 18 expertos independientes de diferentes países elegidos por el voto de los 177 Estados que han ratificado la Convención internacional en la materia, el Comité se inquieta, además, por el retraso de El Salvador en la ratificación del Convenio 169 de la OIT «sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes». Ese instrumento establece el la obligación para el Estado de informar a las poblaciones autóctonas de todas las disposiciones gubernamentales que afecten sus intereses, en particular sus costumbres culturales, derechos históricos y las tierras ancestrales, incluyendo el subsuelo, para conseguir mediante el dialogo acuerdos y consenso sobre la explotación de riquezas y protección del medio ambiente. En ese contexto, el Comité alienta a El Salvador «a que continúe sus esfuerzos para asegurar el acceso a la tierra y territorio a través de la entrega de escrituras de propiedad, asegurando la participación de los pueblos indígenas y comunidades afro descendientes».
Resalta en ese marco la recomendación del Comité para que El Salvador siga con «sus esfuerzos para la revitalización de la lengua Nahuatl» sin olvidar, «indagar acerca de la existencia y el uso de otras lenguas indígenas (…) y, en base a eso» asimismo «revitalizarlas».
Al propio tiempo los expertos reiteraron «su preocupación por la situación socioeconómica de la población afro descendiente y por su falta de reconocimiento y visibilidad». En cuanto a estos como a los indígenas, al Comité le preocupa «las condiciones de pobreza y exclusión social» en las que viven, especialmente las mujeres de las dos comunidades, que continúan enfrentando «múltiples formas de discriminación en todas las áreas de la vida social, política, económica y cultural».
Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.