Pocas horas antes que los inspectores de Naciones Unidas revelen las pruebas sobre el uso de armas químicas en Siria, Paulo Sérgio Pinheiro presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, el sexto informe de la comisión investigadora que preside desde hace dos años, respecto a las violaciones de los derechos humanos en el conflicto. La violencia ya ha provocado 110 mil muertos, y 6 millones de desplazados internos y refugiados en los países vecinos. Entrevista exclusiva.
P. Ud. preside una Comisión investigadora que además integran la estadounidense Karen Abuzayad, el tailandés Vitit Muntarbhorn y la suiza, Carla del Ponte. ¿En qué consiste el mandato que les ha dado la ONU?
R. Nuestro trabajo empezó en septiembre de 2011. El mandato es investigar las violaciones de los derechos humanos y las violaciones del derecho internacional humanitario que protege a civiles y heridos fuera de combate, e indicar los responsables de esas violaciones.
P. Vuestra Comisión señala ataques contra hospitales, detención de menores, toma de rehenes, desapariciones forzadas, torturas, violencia sexual, saqueos y destrucción de bienes, matanzas y otros homicidios, aprehensiones arbitrarias y atentados contra la seguridad alimentaria de la gente, delitos contrarios a los principios internacionales. ¿Cómo los califica según la normas del derecho internacional de los derechos humanos?
R. Hay crímenes de guerra, que son violaciones del derecho internacional humanitario recogido en las Convenciones de la guerra, las Convenciones de Ginebra. También hay crímenes de lesa humanidad, que son sistemáticos, constituyen una política de un Estado, que apuntan a poblaciones específicas. En Siria, donde la oposición, los grupos rebeldes, no tiene una cadena clara de comando, no son un Estado, entonces nosotros reconocimos que el Estado comete crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, y la oposición comete crímenes de guerra, justamente porque no está claro el comando y la política.
P. Hay observadores que hacen una división entre los perpetradores de los crímenes en Siria. Por un lado estaría el gobierno de Bachar el Assad, y por otros sectores extremistas de la oposición. ¿Es así?
R. No es un campeonato de futbol. Lo que es importante es que los grupos rebeldes, extremistas o no, cometen crímenes de guerra, y también las fuerzas del gobierno. Para nosotros es difícil decir números porque no tenemos acceso a Siria. Pero hay diferencias enormes porque el Estado tiene fuerza aérea. Los grupos rebeldes extremistas no pueden bombardear con aviones.
P. Siria acaba de adherir a la Convención Internacional contra el uso de armas químicas de 1993, pero sus obligaciones entraran en vigor recién el próximo 14 de octubre de 2013. Eso significa que no se la podrá aplicar retroactivamente. ¿Cómo ve Ud. esa cuestión?
R. No habrá aplicación retroactiva, pero creo que habrá una transparencia y claridad mayor sobre la existencia de armas químicas. Eso es un progreso enorme.
P. Hace dos días Estados Unidos y Rusia llegaron a un acuerdo aquí en Ginebra para destruir las armas químicas en Siria, aceptado por el gobierno de Bachar el Assad. ¿Cuál es su valoración?
P. Creo que es inadecuado subestimarlo, fue un paso muy importante porque hace diez días estábamos investigando los ataques aéreos y ahora estamos hablando de un acuerdo y una posibilidad para celebrar “Ginebra 2”, una oportunidad para buscar una solución política negociada del conflicto.
Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.