Pese al pedido del Presidente de Ecuador, Rafael Correa, de anular la condena de tres años de carcel y el pago de 40 millones de dólares contra tres directivos y un ex editor del diario El Universo, el mandatario cometió intimidación en perjuicio del periodismo, estimó el Relator de la ONU para la libertad de expresión, el guatemalteco Frank La Rue, de visita en Ginebra para intervenir en un coloquio sobre los desafios de Internet.
«La intimidación ya sucedió, el Presidente Correa quedó mal porque demostró que estaba dispuesto a recurrir al sistema de justicia para intimidar y poner sanciones economicas que la gente no pueda pagar», abrevió La Rue, luego de conocer la iniciativa de Correa de perdonar a los sancionados de El Universo, y de abandonar la demanda contra otros dos reporteros, autores de un libro que asimismo lo fastidió.
«Lo del Universo es escandaloso porque los funcionarios públicos deben tener un nivel más alto de aceptación de la critica pública, que no siempre es muy respetuosa; el cargo público va de la mano con el escrutinio público, a lo que llamamos transparecia, eso es parte de la democracia», indicó La Rue.
Integrado por 47 paises elegidos mediante el voto secreto de la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dispone de expertos independientes o «relatores», quienes se desempeñán honorificamente para dar seguimiento a violaciones a las libertades públicas y a los derechos individuales, lo que acontece en las presentes circunstancias con las valoraciones sobre la libertad de expresión emitidas por el Relator La Rue.
«Que protesten contra uno, que se desahoguen … y bueno, no siempre es justo, pero el funcionario o la funcionaria si tienen el derecho de responder, de aclarar, de entablar un dialogo, de dar explicaciones, nadie dice que se queden en silencio, pero de lo que no tienen derecho es de silenciar a los demas», advirtió el Relator.
«Eso es muy importante porque el silencio es el primer paso para un régimen autoritario, yo creo que el Presidente Correa no debió haberse ofendido, es posible que los artículos no estaban escritos en el mejor lenguaje, en la crítica idonea, pero es la naturaleza del trabajo», consideró La Rue.
«Además esto es escandaloso porque se hizo utilizando el sistema de la justicia: uno está acostumbrado a ver censura como órdenes políticas-administrativas de un gobierno, pero no usando la justicia; aqui hubo una sofisticación, si se quiere, pero que deja en mal al sistema de justicia», manifestó el Relator.
«Apela (Correa) a la justicia para que le imponga a un periódico una sanción de 40 millones de dólares, lo cual manda a la quiebra al periódico; aquí la gente podría haber pensado mal y pensar que, de todos modos, lo que quería (Correa) es cerrar un periódico, lo unico que lo hizo utilizando un tribunal», subrayó la Rue.
«Como se sabe, en las limitaciones a la libertad de expresión, uno de los principios es la necesidad y la proporcionalidad, una limitación tiene que ser necesaria para proteger los derechos pero también tiene que ser proporcional. En libertad de expresión no reconozco del uso del derecho penal por eso», fundamentó La Rue.
«Yo si creo que hay acciones civiles de difamación que pueden plantear una compensación económica pero también pueden plantear alternativas como la aclaración, las disculpas públicas.. una sentencia de 40 milones de dólares no tiene sentido», recalcó La Rue.
«Después vienen las sentencias contra los periodistas individuales, es una doble sentencia, contra el medio, contra El Universo y contra dos periodistas, a los que se condena a un pago de multa y a tres años de carcel, no tiene sentido … tengo entendido que el Presidente Correa a retirado …», dijo La Rue al matizar la decisión del mandatario ecuatoriano de renunciar al juicio.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (CIDH) recomendó en un fallo del 29 de noviembre de 2011, donde absolvió a periodistas argentinos en un sumario promovido por el entonces presidente Carlos Menem, que las eventuales penas pecuniarias en acciones civiles contra periodistas que hubiera transgredido la ley, no deberían ocasioonarles la ruina y, por ende, la imposibilidad de seguir ejerciendo su profesión.
«Asi es, la difamación debe existir como acción civil, pero aún como acción civil, y por supuesto comparto la decisión de la Corte Interamericana, no puede llevar a la quiebra a un medio, eso es una cosa intimidatoria, ni llevar a una situación grave económica a un reportero en lo individual, por eso digo que el principio de necesidad y proporcionalidad se violentó», concluyó el Relator La Rue.
Juan Gasparini, Ginebra, Suiza.