La Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hizo hoy “un llamado a la urgente liberación de todas las personas que han sido detenidas por ejercer su derecho a la libertad de reunión pacífica o a la libertad de opinión y expresión,” en Cuba. Dijo disponer de información “que numerosos manifestantes han sido detenidos desde el domingo, incluyendo algunos que están en detención incomunicada”, indica un comunicado difundido en Ginebra.
«Es especialmente preocupante que entre ellas haya personas presuntamente incomunicadas y personas cuyo paradero se desconoce. Todas las personas detenidas por ejercer sus derechos deben ser liberadas urgentemente», precisó. «Lamento profundamente la muerte de un manifestante en el contexto de las protestas en La Habana; es importante que haya una investigación independiente, transparente y eficaz, y que los responsables sean sancionados», conminó.
“Las protestas en Cuba tienen lugar en el contexto de una difícil situación económica. Los manifestantes han exigido el levantamiento de medidas económicas que han restringido el acceso de la población a bienes básicos, como alimentos, medicinas y vacunas contra la COVID-19”, detalló Bachelet. «Insto al Gobierno a que aborde las demandas de los manifestantes mediante el diálogo, y a que respete y proteja plenamente los derechos de todas las personas a la reunión pacífica y a la libertad de opinión y expresión», insistió. Además pidió “que se restablezca plenamente el acceso a Internet y a las redes sociales”.
Igualmente la Alta Comisionada “reiteró su llamado al levantamiento de las sanciones sectoriales unilaterales, dado su impacto negativo en los derechos humanos, incluido el derecho a la salud”, refiriéndose así al controvertido tema del bloqueo impuesto por Estados Unidos, motivo de interpretaciones diversas en cuanto a su alcance e implicaciones extranjeras, un bloqueo condenado varias veces por la Asamblea General de la ONU.
Al respecto el diario francófono Le Temps, editado en Ginebra, publicó una entrevista a la escritora cubana Zoé Valdés, refugiada en Paris. Allí sostuvo que “el presidente cubano, (Miguel Diaz-Canel) justifica esta crisis a través del embargo infligido por los Estados Unidos, pero eso no tiene nada que ver. Hay que saber que la primera entrada de dinero para Cuba esta relacionada con el exilio de su población”, explicó al referirse a las remesas de fondos que los refugiados cubanos en Estados Unidos envían a sus familiares en la isla. “El gobierno cubano sabe muy bien negociar con otros países como Francia, Suiza, Méjico e incluso Canadá”, acotó. “Los diferentes gobiernos de Estados Unidos tiene ellos también parte de las responsabilidades. Algunos han cerrado los ojos a la situación cubana durante largo tiempo”, alegó.
Zoé Valdés consideró que la revuelta contra el gobierno de partido único imperante en Cuba,“se trata de un importante movimiento pacífico y digno que reclama la libertad. Después de decenios, nuestro país no funciona como un gobierno, sino como una tiranía que masacra a la gente en la calle, donde las jóvenes generaciones están agotadas. El hombre nuevo descripto por el Ché Guevara se rebela hoy contra la violencia del régimen, pero también contra la indiferencia y el olvido”.
La autora del libro “La nada cotidiana”, publicado en 1995, continua actualmente en la línea de denuncias contra el dominante Partido Comunista de Cuba que se le conoce. “La gente se muere de hambre y no pueden salir (a la calle) en razón de las restricciones sanitarias. Al mismo tiempo el país continua abierto al turismo ruso, el único actualmente autorizado, lo que provoca la emergencia de la variante Delta (del coronavirus) y un recrudecimiento de las infecciones. El pueblo sufre la hambruna y la pandemia a causa de esta falta de libertad. La situación de los hospitales es catastrófica. Los pacientes mueren tirados por el suelo”.
Sin embargo, un diplomático cubano, vociferó en los pasillos de la ONU, al margen de las deliberaciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que finalizó sus deliberaciones el miércoles pasado en Ginebra, que “el pueblo salió a la calle para defender la Revolución”. Frente al Palacio de las Naciones en esta ciudad, el jueves siguiente una 50 personas manifestaron su “solidaridad con Cuba, para poner fin al bloqueo, a la guerra económica contra Cuba”. De los presos, ni noticias. No obstante, ayer viernes por la tarde, se llevó a cabo en la misma Plaza de las Naciones, otra manifestación, esta vez contraria al gobierno de Cuba.
En Ginebra, Juan Gasparini.